En términos generales, ser promotor significa hacerse cargo de algún tipo de proyecto, tomando una actitud activa y desarrollando acciones que impulsen o favorezcan un trabajo. Por tanto, hacerse promotor de tu propia vivienda implica construir una casa para el uso y disfrute personal.
¿Quieres hacerte promotor de tu propia vivienda? ¡Has llegado al sitio adecuado! En este artículo de EIKAN te contamos todo lo que debes saber al respecto.
¡Sigue leyendo y descubre cómo ser autopromotor de tu vivienda!
¿Qué hay que hacer para ser promotor de tu vivienda?
Antes de embarcarse en un proyecto de estas características y magnitud, es necesario entender cómo es el proceso de promoción inmobiliaria al detalle. Además, cuanto más conocimientos financieros se tenga, más fácil resultará la tarea.
Por otra parte, tener diligencia y capacidad de organización será clave para convertirse en autopromotor de tu vivienda, puesto que serás la persona encargada de dirigir el proyecto. Pero, ¡no te preocupes! Esto no quiere decir que tengas que construir la casa con tus propias manos.
De hecho, una de las tareas más importantes que deberás realizar para empezar es elegir el equipo adecuado. Para construir tu vivienda, debes contar con la ayuda de un equipo de profesionales completo y equipado. Te recomendamos contratar un arquitecto, un arquitecto técnico o aparejador, un constructor y un equipo topográfico para hacer los planos, entre otros perfiles.
¿Por qué ser autopromotor de tu vivienda?
Para incentivar la autopromoción, existe una reducción fiscal en el impuesto del IVA. Mientras que los promotores tradicionales deben pagar un 21% de IVA sobre el Presupuesto de Ejecución por Contrata (PEC), los autopromotores solo tendrán que pagar un 10%.
Esta reducción del impuesto casi a la mitad es una forma de alentar a las personas que quieran llevar a cabo su proyecto. Así que, si es tu caso, ¡aquí tienes otro motivo más para empezar!
Pasos para hacerte promotor de tu vivienda
Encontrar el terreno ideal
¿Dónde quieres construir tu casa? Si ya tienes el terreno, problema resuelto. Si estás buscando uno, te recomendamos hacerlo teniendo en cuenta su localización, su topografía, cómo de comunicado está con los servicios básicos, su practicidad y, lo más importante, si es urbanizable o no.
Comprar el terreno
Si vas a comprar el terreno por tu cuenta, lo mejor es realizar la compra junto a la licencia y el proyecto, para reducir las tasas a pagar. Si no dispones de liquidez, deberás solicitar un préstamo inmobiliario a un banco o entidad financiera.
Elaborar el proyecto y presentarlo
El proyecto es necesario para empezar la obra, pero también para que el Área de Urbanismo de tu Ayuntamiento te otorgue la licencia de obra. También necesitarás un estudio de seguridad y salud y un proyecto de ejecución. Para diseñar las instalaciones, te aconsejamos contar con la ayuda de un ingeniero.
Deberás presentar tanto el proyecto de ejecución como la declaración de obra nueva en construcción al Ayuntamiento.
Contratar a la constructora
La constructora será la encargada de ejecutar tu proyecto, así que debes elegir una que te asegure unos acabados impecables. Cuando contactes con ellos, seguramente te harán sugerencias sobre la construcción de tu casa. No olvides que son profesionales y que seguramente ya hayan realizado obras similares, así que escucha sus consejos y acuerda un presupuesto con el que te sientas cómodo.
Empezar la obra
Una vez tengas la licencia de obra y el certificado de inicio, ¡podrás empezar tu proyecto! En esta parte final del proceso también deberás llevar a cabo varios trámites burocráticos, como el libro del edificio, pero, no te preocupes, porque lo difícil ya ha pasado.
Como ves, convertirse en promotor de tu propia vivienda no es un proceso complicado, pero sí es importante que seas una persona metódica y constante, que tenga dotes organizativas y, sobre todo, que tengas ganas de que tu proyecto avance.
¿A qué esperas? ¡Conviértete en promotor de tu vivienda y construye la casa de tus sueños!